Al elegir tu ruta de viaje pregúntate lo siguiente:

¿Qué es lo que quieres conocer en esta aventura?
¿Qué tipo de vivencias quieres experimentar?
¿Qué cosas despiertan tu interés y motivación?
¿Por qué ciudades quieres pasar definitivamente?
¿Qué lugares podrías obviar?
¿A quiénes quieres visitar?
¿Cuánto tiempo te vas a quedar?
¿Son suficientes los recursos con los que cuentas?

La parte interesante de hacer una ruta esta en que puedas hacer tramos realistas de acuerdo a tus ganas, a tu ritmo, a tu presupuesto y a tu tiempo disponible.

Quizá por eso a veces es un poco difícil viajar en grupo ya que no todos tienen en mente las mismas ganas de experimentar las mismas cosas. No está nunca de más leer un poco de los lugares que te interesan, informarte de su cultura, de su realidad social, de sus paisajes, de sus actividades.

Esto es importante para saber qué parte es interesante o no.

Muchas veces la gente pregunta “¿Qué lugar me recomiendas?”, pero esa respuesta varía enormemente dependiendo de qué es lo que te realmente te interesa.

El primer paso que te sugiero es revisar Google Maps y hacer un listado de las ciudades, lugares o puntos de interés que hay entre tu punto de partida y el punto más lejano de tu viaje.
Una vez que sepas qué ciudades hay decide cuántas y cuáles de ellas quieres detenerte a conocer. También pueden ser un punto de descanso. Personalmente me gusta viajar por las mañanas para ver el paisaje y llegar a algún lugar para pasar la noche, descansar, conocer lo que me apetezca y luego volver a la ruta.
Considera también cuántas horas quieres pasar en la movilidad y cuales tramos quieres pernoctar viajando. Dormir en los buses puede ser una buena forma de ahorrar dinero.
Haz un cronograma que te sirva de guía para poder embarcarte a tiempo en aquellos lugares que no tienen salidas diarias, actividades que solo abren algunos días, etc. Esto es importante para optimizar tu presupuesto y no quedarte más de la cuenta en un lugar solo por haber perdido la salida de tu movilidad. Le pasa a todo viajero en algún momento, pero si estás leyendo esto entonces no debería ocurrir.
Finalmente y si te queda tiempo, confirma y corrobora tu ruta con otros viajeros que hayan estado en las ciudades por donde vas a pasar. Averigua los requerimientos, vacunas, documentación, seguros, permisos, entradas a áreas protegidas o monumentos.

Conclusión: Hay una parte de libertad, improvisación y espontaneidad que todos debemos disfrutar en el viaje. Pero para que ese lado esté libre es importante tener algunas cosas planificadas para que nuestro gran viaje no se vea interrumpido por inconvenientes que pudimos haber previsto.